Hace
meses, paseando por la zona antigua de Niza, me encontré frente a una iglesia
muy bonita, de un estilo entre barroco y neoclásico propios del siglo XVIII. Me
llamó la atención lo que podía leerse en su fachada: “Divo Francisco A.Paula
Charitas”.
Iglesia San Francisco de Paula, Niza Dibujo a lápiz y tinta |
Pude
relacionar lo que hoy es Cáritas —una acción sociocaritativa de la Iglesia
católica— con aquel a quien estaba dedicado el templo: San Francisco de Paula, fundador de la Orden de los Mínimos,
originario de la ciudad italiana de Paula, allá por el siglo XV y cuyo lema era
la caridad.
De
este hombre, eremita y muy buen cristiano, hizo alusión pública el Papa Pablo
VI a mediados de los años 70. Dijo que “era un modelo de valentía para
denunciar las malversaciones de los poderosos”. Una reflexión que, por desgracia,
aún hoy en 2015, ni entienden ni escuchan demasiados cargos políticos de importancia.
Ajena
al mundo en que vivimos en la actualidad, en el interior de esta iglesia
francesa se realizan pequeños conciertos de música antigua; justamente hacia la
primavera de 2016 se celebrará allí uno de música barroca.
Dejando
tras de mí el edificio, retuve los pensamientos y su espléndida fachada. La
dibujé con lápiz y tinta. Una iglesia nacida de verdaderos valores cristianos y
que ahora respira belleza y música.