Llegará
el momento en que, viajando en moto, se nos caerá al asfalto un llavero con el
mando del garaje, en medio de la calle Bac de Roda de Barcelona, justo sobre el
puente de Calatrava, transitado por coches, camiones y autobuses… entonces deberemos
reaccionar con abstracciones. Nada de lastimarse por esa pérdida. Daremos la
vuelta y recogeremos los pedazos, arrollados y aplastados sin miramientos.
Podría ser un momento único.
Esa
reacción es la que, en su espontaneidad, nos permite rescatar los materiales
para que permanezcan en digna armonía. Ahora son “Restos que han perdido
utilidad”. Así lo he titulado.