Hoy
ha fallecido David Bowie. Quiero dedicarle esta entrada de mi blog, hoy es un día
triste para los que le admiramos.
Su carrera musical ha sido una vertiginosa
sucesión de personajes y de estilos donde el cambio de imagen era constante y
sorprendente, donde siempre se intuía su otro yo. Una dualidad enigmática.
Siendo
él un veinteañero, allá por los años sesenta, su folk se desarrolló hasta convertirse en psicodélico.
Luego, influenciado quizás por la fascinación del primer viaje a la Luna en
1969, se reinventó en un hombre de las estrellas, luego el Ziggy Stardust,
andrógino y nada convencional en el mundo del Glam. Sus canciones y su imagen
hablaban de ello.
Su
arte musical evolucionaba sin pausa y a los veintiocho años, con la fama ya a
cuestas, se impregnó de una nueva forma más radical entre soul y funk. Siempre
cambiando, como un camaleón, siempre sorprendiendo. Llegó a treintañero y adelantó
sus éxitos más comerciales, inaugurada ya la década de los años ochenta. Y los
años noventa de David Bowie sonaron más electrónicos, en sintonía con la moda del momento, hasta que
en 2004 ofreció su última gira musical.
David
Bowie volvería a sorprender y reapareció para editar su última proposición
artística en 2016, cumpliendo 69 años y
a tres días de fallecer, con un álbum titulado Blackstar (Estrella Negra). Innegable
su pasión y dedicación a la música hasta sus últimas horas.
La
primera canción que escuché de David Bowie fue a mis 13 años y me encantó. Era
de un disco que mi hermano me dejó, titulado Ashes to ashes (cenizas a cenizas),
donde citaba a un tal Comandante Tom y… claro, podríamos pensar que hablaba de
él porque decía algo así:
¿Recordáis a aquel joven?
Soy yo, y estoy
feliz por haber amado
todo lo que necesitaba amar.
Atado al cielo allá arriba
nunca hice cosas buenas aunque tampoco hice cosas malas
Ya lo decía mi madre: para hacer las cosas
es mejor que no te ensucies con el Comandante Tom…
Ha
vivido en su mundo transgresor y trastornado, capaz de expresar todo con gran
lucidez y elegancia, creando su obra con una profunda intelectualidad.
Ahora
tan solo nos queda continuar escuchando sus canciones, ya sin él.